El agua constituye el componente fundamental de las paletas y se congela primero, formando cristales de hielo. Estos cristales pueden ser translúcidos o blancos, dependiendo de su tamaño y pureza.

A medida que el agua se congela, desplaza otros elementos (comoel azúcar, los saborizantes y los colorantes) hacia las áreas donde el congelamiento es más lento. Este fenómeno provoca una mayor concentración de estos ingredientes en ciertas partes de la paleta y una menor en otras, lo que resulta en zonas más claras o en rayas.

 Soluciones para evitarlo:

• Congelación rápida: Al congelar las paletas a mayor velocidad, se puede disminuir la formación de grandes cristales de hielo y reducir la aparición de rayas.
• Uso de estabilizantes: Son ingredientes clave en la industria alimentaria, especialmente para los productos congelados, ya que ayudan a mantener la textura, el sabor y la apariencia durante el almacenamiento y después de la descongelación. Algunos de los estabilizantes más comunes utilizados en alimentos congelados son:
  • Goma guar: Se utiliza para mejorar la textura y la viscosidad de los alimentos. Ayuda a prevenir la formación de cristales de hielo grandes, manteniendo así la suavidad del producto.
  • Goma xantana: Es un estabilizante eficaz que proporciona una textura uniforme y evita la separación de ingredientes líquidos y sólidos.
  • Alginato de sodio: Derivado de las algas, este estabilizante es utilizado para espesar y estabilizar salsas, helados y otros productos congelados.
  • Carragenina: Se utiliza comúnmente en productos lácteos congelados, como helados, para mejorar la textura y evitar la formación de cristales de hielo.
  • Agar-agar: Otra opción derivada de las algas, es ideal para estabilizar postres congelados, proporcionando una textura firme sin afectar el sabor.

Los estabilizantes son esenciales para asegurar que los alimentos congelados mantengan su calidad durante el almacenamiento y aseguren una experiencia satisfactoria para el consumidor al momento de descongelarse y ser preparados. Así, evitar la formación de cristales de hielo grandes que puedan afectar negativamente la textura y el sabor de los productos. Al mantener la estructura original de los alimentos, estos estabilizantes permiten que los consumidores disfruten de comidas que conservan su frescura y sabor como si fueran recién hechas. Además, contribuyen a prolongar la vida útil de los productos en los estantes, lo cual es beneficioso tanto para los fabricantes como para los consumidores.

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